Interrogatorio

Anoche soñó que moría y hoy amaneció muerto. El padre José Antonio tiene secretos que sólo yo conozco: se masturba pensando en el culo de Andrés Felipe, le gusta gritar cuando eyacula, mira los Cristos con deseo, duerme desnudo y nadie sabe que solo tenía una.
Él pensaba que el deseo proviene de las gónadas. Creía que estaba enfermo. Ayer temprano salió de compras. Toda la tarde estuvo sentado escribiendo y después de las siete abrió el paquete de compras y empezó con el ritual. Pensé que era otro de sus fetiches: Cerró la habitación a doble pasador y se desnudó. Sacó un tarrito blanco de líquido transparente y se empezó a untar, sacó otro y se inyectó en el vientre. Se recostó sobre la cama y puso el espejo al frente, levantó las piernas y sacó el bisturí, se la acarició con cara de placer y luego empezó a cortar mientras mordía un pene de silicona, limpiaba con gasa y seguía cortando, introdujo unas pinzas y empezó a sacar una bolita pequeña de carne, roja al amparo de la sangre. La desprendió rasgando con el bisturí. Cuando estuvo completamente afuera la besó y la guardó en ese frasco que está detrás del estand de los libros. Cerró la herida y se masturbó. Bien entrada la noche empezó a soñar, se quejaba por la pesadilla. No pude ver la expresión que tenía. Esta mañana amaneció muerto.

—No le diré nada Martínez, los secretos de José Antonio me los reservo, creo que no son importantes para su caso. Le bastará con saber que solo estaba soñando y así amaneció.

1 comentarios:

jose luis garcia dijo...

mmmm interesante, me gusto, pero tiene continuación???

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